Todos hemos conocido al alguien con una personalidad histriónica en alguna ocasión. Son personas que actúan de una manera exagerada en todas sus manifestaciones. Cuando ríen es a carcajadas y, ante cualquier imprevisto, parece que estuviesen viviendo el drama de su vida. Este tipo de individuos podrían encajar en lo que los psicólogos denominan personalidades histriónicas. Pero el concepto va más allá.
Si la personalidad histriónica genera malestar es una patología
Lo primero que conviene señalar es que no estamos hablando de una patología. Estos individuos, que por lo que realmente se caracterizan es por reclamar de manera constante y evidente la atención de los demás, pueden estar perfectamente cómodos con su realidad. Solo en el caso de que esta actitud y forma de comportarse les resulte conflictiva y les genere angustia o malestar interno, se podría hablar de un trastorno de personalidad.
Para los expertos, en el primero de los supuestos, la personalidad histriónica responde a una estructura, a una forma de ser. Por el contrario, cuando hay trastorno se produce un desajuste con su entorno social y el individuo que las protagoniza manifiesta un sufrimiento.
Personalidades histriónicas, seductoras y sensibles
Las personalidades histriónicas suelen responder al prototipo del seductor, esa persona que juega a empatizar y conquistar a las personas que le rodean. Pero, el problema surge si no consiguen esa atención o respuesta del otro. Entonces se sienten rechazados, poco valorados o no queridos.
Porque, otra de las características de este tipo de personalidades es su hipersensibilidad. Todas las emociones están siempre a flor de piel y pasar de una a otra depende, generalmente, de la reacción de las demás, algo sobre lo que el individuo no tiene control. De ahí que su vida sea como una montaña rusa emocional.
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