La ansiedad por la separación en la infancia y la adolescencia

dependencia de los progenitoresLa dependencia de un recién nacido de sus progenitores es evidente y real pues ellos son quienes le procuran todo lo que necesita para su supervivencia.

Pero, a medida que los meses van pasando, es necesario que se vayan incorporando medidas que eviten en el futuro que los momentos de separación provoquen en el niño una crisis. Sigue leyendo

La Disonancia Cognitiva: ¿por qué nos mentimos a nosotros mismos?

DISONANCIA COGNITIVADesde sus orígenes, uno de los objetivos de la Psicología es encontrar las claves que motivan nuestras actuaciones individuales. En este sentido, los diferentes comportamientos ante la disonancia cognitiva son uno de los focos que mayor interés despiertan entre los investigadores. Se trata de aclarar cuál es la respuesta de cada persona cuando tiene que enfrentarse a dos corrientes de pensamiento distintas. Sigue leyendo

El dinero, una fuente de conflicto en las relaciones de pareja

conflictos de pareja por dineroTradicionalmente, uno de los tabúes más comunes entre las parejas, sobre todo en el momento inicial de su relación, es tratar y hablar de temas económicos. Parece que bajo un prisma romántico, el amor es algo que no debe contaminarse con el dinero, por lo que las parejas recién formadas evitan premeditadamente tocar el tema del dinero. Sigue leyendo

Cuándo hay que plantearse la necesidad de una terapia familiar

terapia familiarEl foco de atención de la terapia familiar, su paciente, no es un individuo, sino el núcleo familiar que está inmerso en una forma de relación dañina y poco satisfactoria para sus miembros. Por tanto, el objetivo de una terapia familiar se centra en corregir una dinámica de hábitos familiares que ha enturbiado la interrelación entre las distintas personas que conforman esa unidad.

Cuando se acude a una terapia familiar, generalmente, en su seno se está sufriendo alguno o gran parte los siguientes conflictos:

Por ejemplo, es muy habitual recurrir a una terapia familiar cuando entre sus miembros hay adolescentes con problemas reiterados de comportamiento que exceden los propios de esta complicada etapa del desarrollo humano.
También, conviene consultar a un experto frente a problemas de comunicación familiar que pueden ser la semilla u ocultar conflictos más profundos.O, cuando se atraviesa un momento delicado a causa de una pérdida o la enfermedad grave de uno de los componentes del núcleo familiar.

Pero, cuando desde luego es imprescindible someterse a una terapia familiar es en casos más graves como en los hogares que padecen la violencia doméstica o frente a separaciones y divorcios conflictivos, en los que las partes han tomado posiciones de enfrentamiento que afectan gravemente a los menores.

La terapia familiar también es imprescindible en casos de trastornos severos de la alimentación, básicamente de anorexia y bulimia, o cuando alguno de los miembros padece alguna dependencia, bien de drogas, bien de alcohol, que afecta directamente al conjunto del entorno familiar.

En qué consiste la terapia cognitivo-conductual

La terapia conductual, como inicialmente se denominaba a esta corriente de la Psicología,  surge hacia la década de los 50 del siglo XX, con figuras representativas como Bandura, Ellis, Beck o Meichenbaum. Su crecimiento fue exponencial en los años siguientes, hasta llegar a la situación actual, en la que la terapia cognitivo-conductual es la que mayor ámbito de aceptación disfruta, en gran medida por su versatilidad y eficacia en la resolución de conflictos psicológicos.

La base de trabajo de la terapia cognitivo-conductual pone el enfoque en el modo de aprendizaje de cada individuo. Este enfoque considera que la persona nace con unas características únicas de personalidad y temperamento, una especie de herencia genética y personal, que se va modelando por la influencia del entorno en el que se va desarrollando cada ser humano.

Por lo tanto, un individuo es el resultado de la combinación de su propia personalidad y de las circunstancias que han ido marcando su forma de pensar, sentir y actuar. Ambas facetas son igualmente trascendentes y la resolución de cualquier problema, desde el planteamiento de la terapia cognitivo-conductual, debe tener en cuenta la conducta en este sentido amplio, contemplando, además, la vertiente visible y la que no lo es de estas formas de actuar.

La terapia cognitivo-conductual pone el enfoque en el mecanismo que cada persona tiene para adquirir comportamientos, porque del mecanismo de su aprendizaje es el origen de cómo nos desenvolvemos en la vida. Un proceso de aprendizaje que nunca es sencillo porque es múltiple y pluridireccional.

La soledad, uno de los problemas más frecuentes en la terapia de pareja

soledadEn las sociedades occidentales demasiado a menudo solemos considerar que nuestros usos de vida están por encima de los que caracterizan a otras culturas. Nuestra visión de nosotros mismos y nuestras costumbres suele suponer una crítica a las practicadas por otros, además, poniéndonos en un grado superior, como si hubiésemos superado muchos de los problemas que visualizamos en otras personas. Esto es especialmente aplicable a las relaciones de pareja, en contraste con lo que comprueban los expertos en terapia de pareja.

Porque, cada vez son más las personas que acuden a la terapia de pareja como sistema para resolver sus problemas. Es verdad que esto no significa, necesariamente, que haya crecido el porcentaje de parejas que sufren problemas de diferente índole. Puede ser consecuencia de una mayor concienciación de nuestra situación y un reconocimiento de la ayuda que se presta en las consultas de terapia de pareja.

Pero, sea cuál sea el caso, lo sorprendente es que haya un denominador común que se repite en casi todas las consultas de terapia de pareja, la soledad. Esa es la queja de fondo que ambos miembros de la pareja suele manifestar al terapeuta. Sorprendente, o no, en una sociedad que se felicita de su libertad para manifestar sus emociones y sentimientos, donde los abrazos, las caricias y los besos se pueden practicar con naturalidad.

Pero es que, la soledad es un sentimiento mucho más profundo que se relaciona con nuestra comunicación profunda con el otro, del que esperamos algo más que compartir un asiento en el sofá o una mano mientras paseamos.

En qué circunstancias conviene recurrir a la Psicoterapia

psicoterapiaLa Psicoterapia es un tratamiento que ha demostrado su eficacia en casos de personas que están atravesando un momento de dificultades emocionales y psicológicas, en los que su vida se ha convertido en un caos interior al que necesitan dar alguna salida. No hace falta que el cuadro que presente el paciente sea muy grave, de hecho, la Psicoterapia, como otras terapias trabaja más rápidamente si se acude al especialista cuando se presentan los primeros síntomas del problema.

En general, los síntomas que presentan los individuos que solicitan la ayuda de un psicoterapeuta son ansiedad, depresión y estrés, de manera combinada o aislada, aunque es cierto que no se puede hacer un resumen tan simple de sus dolencias. Porque, cuando una persona recurre a la Psicoterapia su vida está dominada por conflictos de pareja o sexuales, adicciones, problemas alimentarios…un abanico demasiado amplio de problemas que hacen que se encuentren bloqueados.

La Psicoterapia intenta poner algo de orden y coherencia en los pensamientos y las conductas, además de en las emociones de quienes acuden a este tipo de consultas. Como se trata de personas que sufren un estado de nula autoestima subjetiva, lo que debe hacer el profesional es devolverle esa autoestima perdida, gracias a la perspectiva objetiva que le puede ofrecer a su paciente.

Los expertos en Psicoterapia pueden trabajar desde distintas perspectivas teóricas, dependiendo de la escuela en la que se hayan formado. Pero siempre aplican una flexibilidad que les va a permitir tratar a cada paciente de la manera más eficaz para su problema.