Qué es el Trastorno Explosivo Intermitente y cómo se origina

Trastorno Explosivo Intermitente - TEIExisten diferentes modalidades de problemas relacionados con el ámbito de la Psicología que tienen como característica común la pérdida del control de sus acciones por parte del individuo. Esta situación se puede vivir de forma más o menos continuada o tratarse de episodios puntuales. Sigue leyendo

Cómo enfrentarnos a casos de bullying o acoso escolar

bullyingCada vez es más preocupante la incidencia de casos de bullying o acoso escolar llevados a cabo en las aulas de nuestros centros educativos. Es sangrante la idea de que, precisamente en el lugar al que mandamos a nuestros hijos para que se eduquen y adquieran valores, es el espacio en el que están expuestos a lo peor del comportamiento humano. Sigue leyendo

Claves de la confrontación autoestima Vs autoeficacia

autoestimaLa autoestima siempre ha sido considerada por los expertos en Psicología como uno de los elementos esenciales para que el individuo se maneje con su realidad y alcance sus metas. En los últimos años, sin embargo, se está imponiendo un nuevo concepto, el de la autoeficacia, que parece ser aún más determinante.

Cuando se alude a la autoestima se está poniendo de manifiesto la capacidad que tiene cada persona de sentirse a gusto consigo misma, de quererse tal y como es, consciente de sus virtudes y defectos.

AUTOEFICACIALa autoeficacia, por el contrario, lo que hace es poner en valor la creencia en la fortaleza de nuestras capacidades.

Es decir, un individuo con un alto nivel de autoeficacia es consciente de sus capacidades, de aquello en lo que es realmente bueno. La consecuencia más directa de esta actitud es que dirige sus objetivos hacia aquellas materias o actividades en las que sabe que va a salir triunfante. De ahí que suelan ser más felices porque alcanzan generalmente sus metas.

Pero, el valor de la autoeficacia va más allá, porque va generando una seguridad que hace que los objetivos sean cada vez más exigentes y difíciles. Nos atrevemos a acometerlos porque estamos convencidos de poder llegar a ellos. Y asumimos un mayor esfuerzo porque estamos convencidos de que obtendremos frutos.

Sin menoscabar la importancia de la autoestima, podría señalarse que esta ayuda a asumir y aceptar sin frustración nuestra realidad. Mientras, la autoeficacia nos impulsaría a mejorar, a aspirar a más, incluso a cambiar aquello que no nos gusta.